diciembre 22, 2017 Categorizado en:

A veces, las decisiones críticas son necesarias para alcanzar un objetivo.
Éste fue el caso de Darya Klishina que tomó un camino intenso en sus preparativos para los campeonatos del mundo en Londres 2017, entrenando durante largos períodos de tiempo lejos de casa. Aparte de la determinación, el talento y el compromiso, la elección del equipo de trabajo del atleta es crucial. Ser entrenado por Loren Seagrave, un gurú dentro de la comunidad deportiva internacional, seguramente tuvo un impacto profundamente positivo en su actuación en Londres. Y un final
plateado hizo que el camino con sangre, sudor y lágrimas mereciera la pena.

Como desarrolladores de tecnología, aplicaciones y programas para optimizar el rendimiento, a menudo nos encontramos explicando la importancia de la continuidad. Diez días de tratamientos realizados de manera consistente y continua triplicarán la calidad de los resultados en comparación con la misma cantidad de tratamientos repartidos y no estructurados, durante la temporada.
Con Darya Klishina, tuvimos la oportunidad perfecta para ilustrar este axioma. Además de tratarla durante los eventos principales de los eventos de la Diamond League de este año, como hacemos con muchos otros atletas, trabajamos con Darya para crear un proyecto especial de 2 semanas llevado a cabo en el período de entrenamiento final previo a los campeonatos mundiales de 2017.
Sin entrar en detalles, podemos resumir algunos de los elementos más importantes del proyecto: la condición física del atleta es un punto de partida crucial para llevar a cabo un trabajo de calidad en un período tan cercano a la competición.
Incluso si está bien entrenado y en las mejores condiciones físicas, un atleta puede estar sufriendo
fatiga debido al alto nivel de intensidad del programa de entrenamiento, lo que debe ser tratado como
una prioridad para evitar complicaciones.
Y todo atleta, sin importar cuán perfectamente entrenado o en forma esté, tiene su talón de Aquiles – fragilidad estructural de los isquiotibiales o abductores, inserciones tendinosas propensas a la inflamación, reacciones de estrés o fracturas por estrés en ciertas partes del cuerpo provocadas por la especialidad del atleta. Ningún programa de rendimiento puede ser efectivo sin conocer estos puntos críticos por dentro y por fuera. Deben ser identificados, explorados y tenidos en cuenta en cada tratamiento.
En tercer lugar, nos concentramos en la biomecánica. En este área específica, tres cabezas son mejor que una y la colaboración es esencial entre el atleta, el entrenador y el terapeuta, quienes deben convertirse en un solo equipo.
Se crea un tratamiento determinado de acuerdo con el programa de entrenamiento del día y la retroalimentación del atleta respecto a cómo se siente tras la sesión de entrenamiento celebrada el día anterior.
Múltiples tratamientos diarios son una buena forma de aumentar la efectividad y poder utilizar diferentes estímulos y herramientas de acuerdo con ese momento específico. Lo que sucede en una sesión de tratamiento PRE-entrenamiento es muy diferente de lo que sucede en una sesión POST- entrenamiento.
El impacto que los tratamientos tienen en el enfoque del atleta tampoco debe subestimarse. Existen acciones terapéuticas específicas que pueden ayudar a mejorar la atención, demostrando ser increíblemente útiles cuando el entrenamiento gira en torno a la coordinación y la precisión.

Estamos en el séptimo cielo por Darya y la felicitamos por haber logrado su objetivo en Londres. No vemos la hora de volver a verla en acción.