septiembre 14, 2017 Categorizado en:

Un velocista de la Diamond League se acercó a nosotros para recibir tratamiento durante la temporada, y ya en la primera sesión fuimos capaces de identificar una limitación funcional en la cadera que estaba influyendo en su fase de carrera lanzada. El atleta se quejaba de un leve dolor de espalda junto con una tensión considerable en la articulación sacroilíaca y una sensación constante de tensión en ambos isquiotibiales. Gracias a las pruebas funcionales llevadas a cabo en la fase de evaluación del primer tratamiento, detectamos una lordosis acentuada (un problema común para los velocistas), que provocó una ligera anteversión de las caderas. Esto dificultaba al velocista mantener la postura ideal para la fase lanzadas en los últimos 40 metros de la carrera: de hecho es la retroversión de cadera la que permite el avance casi instantáneo del avance del pie, minimizando la dispersión de energía y tiempo para luego pasar al siguiente paso.

Esta posición no óptima comporta una reducción drástica de la capacidad del pie para rebotar del suelo, ya que cambia tanto el ángulo de impacto/apoyo como la velocidad a la que la pierna desciende hacia el suelo. En esencia, esta posición es limitante en términos de alcanzar la velocidad máxima en una carrera completa.

Para intervenir en la fase de entrenamiento en un caso como éste, nos concentramos en la posición de los músculos del torso (estabilidad del core), en el alargamiento de la cadena cinética posterior y en ejercicios específicos que llevaron al atleta a tener una mayor sensibilidad en las caderas.

Para definir la estrategia de tratamiento analizamos, junto con el atleta, unos vídeos de sus dos últimas carreras y acordamos con él, dónde y cómo intervenir.

Las tres primeras sesiones de tratamiento nos centramos en la movilización de la articulación sacroilíaca, relajando los tejidos responsables de la hipertensión lumbar (cuadrado lumbar, piriforme, isquiotibiales).

Sucesivamente, con una serie precisa de movilizaciones y contra-resistencia excéntrica dirigida en posición supina, trabajamos en la retroversión de las caderas, enfocando nuestra atención en el iliopsoas y el diafragma.

Durante dos de las reuniones de la Diamond League, tuvimos 8 sesiones en las que el atleta recuperó gradualmente un buen rango de movimiento de la sacroilíaca y un poco más de sensibilidad en las caderas, lo que le permitió mantener la postura ideal durante la fase de carrera lanzada, durante casi 10 metros más respecto a las carreras anteriores. Como resultado final, hubo una mejora notable en su tiempo de carrera.

Una de las cosas más interesantes sobre la tecnología T-Plus es que brinda la oportunidad de intervenir en la biomecánica del atleta de una manera simple, sin dolor y de bajo riesgo, apoyando al especialista con un estímulo de reacciones endógenas al cuerpo.

¡Los hechos hablan por sí mismos!

WINTECARE: Winning technologies and techniques for healthcare!