Acondicionamiento corporal
¡Siéntete bien y satisfecho con tu apariencia!
Cada acción que tomamos con el objetivo de cuidar nuestro cuerpo tiene un impacto positivo en la calidad de nuestra vida.
El metabolismo es el conjunto de procesos biológicos que sirven para mantener, mejorar o reparar el cuerpo. El consumo y la producción de energía en el cuerpo dependen de lo que comemos y de cómo se procesan, distribuyen y almacenan los nutrientes.
Las reacciones químicas dentro de los tejidos son la base de estas actividades en una unión continua y división en nuevos compuestos que a su vez pueden ser útiles para producir energía y tejidos o simplemente desperdicios.
La grasa es el principal ejemplo del resultado de almacenamiento de energía dentro del cuerpo.
El equilibrio entre la energía consumida y la energía disponible a través de la alimentación es un componente crucial para mantener la masa grasa bajo control. También puede aumentar de peso en virtud de otros procesos de crecimiento, como los que se activan mediante un tipo de entrenamiento destinado a aumentar la masa muscular.
El cuerpo tiende a la homeostasis o a mantener el equilibrio para preservar las condiciones necesarias para la supervivencia. Cantidad de agua, peso. PH, sodio, calcio … Los parámetros que el cuerpo mantiene bajo control son innumerables. El feedback negativo es una de las reacciones más fisiológicas que existen, en esencia es la reacción del cuerpo a un estímulo externo y esta reacción tiene como objetivo restablecer el equilibrio inicial. Por ejemplo, si ingerimos más agua de la necesaria en ese momento para el cuerpo, el cuerpo reaccionará expulsando el exceso de líquidos a través de, por ejemplo, la orina. Pedir información >
Por el mismo principio, si comenzamos a comer cada vez menos eficientemente, el cuerpo tenderá a acumular con mayor precisión las sustancias que estamos limitando. Lo que nos parece una complicación, es en realidad un mecanismo de adaptación extraordinario que permite al hombre sobrevivir en condiciones muy diferentes.
Pero entonces, ¿cómo podemos «condicionar» nuestro cuerpo a que reaccione como deseamos para controlar nuestro peso, nuestra masa grasa y nuestra masa muscular?
Se han realizado estudios científicos durante los últimos 30 años para dar respuestas concretas a estas necesidades. Hoy sabemos que es posible intervenir a través de algunas actividades. El entrenamiento controlado es el ejemplo más simple: al seguir patrones codificados de descanso temporizado alterno repetido, podemos aumentar nuestra masa muscular dentro de ciertos límites.
Al realizar actividades que promuevan la circulación sanguínea periférica y la microcirculación de las extremidades inferiores, podemos contrarrestar la acumulación de líquidos.
Asegurarse de que las áreas con acumulación de grasa se mantengan a temperaturas favorables para la actividad metabólica en el pre y post entrenamiento favorece la transformación de las grasas en energía disponible.
Dentro de este contexto, el terapeuta que tiene herramientas adecuadas para alentar las reacciones descritas anteriormente es capaz de dar una respuesta creíble a aquellos interesados en cuidar su cuerpo con el objetivo de sentirse mejor y verse mejor en el espejo.
Pedir información >
